Soji Inami | |
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Sōji Inami era un miembro del templo Inari que estuvo prometido con Tamamo Kamiki. Sin embargo, fue asesinado por el ocho colas que poseyó a Tamamo provocando que enloqueciese.
Apariencia
Soji era un hombre alto y fuerte, su pelo era corto y negro. Su frente estaba despejada ya que el pelo lo peinaba en dos mini-coletas a cada lado de la cara. Él vestía con un kimono japonés formado por una camisa y una chaqueta más oscura.
Personalidad
Soji era un hombre bastante interesado en sus propias metas llegando a no importarle las demás personas. Cuando Tamamo le invitó a conocer a sus hijas, Soji dijo que no le gustaban los niños por lo que si le seguía insistiendo se vería en la obligación de acabar la relación con Tamamo demostrando así que verdaderamente no la quería.
Historia
Tamamo comenzó una relación con Sōji y le dijo a Izumo que Sōji es básicamente su padre, pero Izumo se niega a aceptarlo como tal. Tamamo agradeció a los dioses Zorros por hacer las tareas domésticas por ella. Después Tamamo se preparó para hacer su danza de apaciguamiento. Después de que sus hijas llegan a casa de la escuela, Tamamo dijo a Izumo que tiene una cita con Sōji, les dio un abrazando a sus hijas y se fue donde su amado.
Ya en la casa de Sōji, y durante su tiempo juntos, Tamamo se enteró del plan de Sōji de convertir a Inari en un destino turístico, sin saber que la financiación provenía de los Illuminati. Incapaz de comprender la situación, ella simplemente le dijo a Sōji que si él es feliz, entonces ella es feliz, seguido le preguntó si quería venir a conocer a sus hijas. Entonces Sōji dejó muy claro que no quiere conocer a sus hijas y que si sigue presionándolo entonces va a terminar su relación. Poco después, Tamamo intentó realizar la Invocación Divina con su débil fuerza de voluntad, lo que le valió una reprimenda de Uke y Mike. En poco tiempo, Tamamo finalmente evitó usar la Invocación Divina y se pasaba el día en el Santuario Inami con Sōji, descuidando a sus hijas y tratándolas con desprecio. Con el tiempo dejó de venir a casa y se quedó a vivir allí.
Un día, el espíritu de la “Piedra de la Vida” se posesionó de Tamamo y mató a todas las personas que estaba en el interior del Santuario Inami, incluyendo a su amado Sōji. Cuando los sacerdotes de Inami entraron en la sala donde estaban, Tamamo estaba llorando sobre el cuerpo de Sōji, acariciando cariñosamente su cadáver. Los sacerdotes se percatan de que Tamamo estaba siendo poseída por el espíritu del zorro, intentan atacarla pero ella los asesina a todos.